El día 15 de julio dimos comienzo a la Semana de Audela. Este año trabajaron los grupos de 1º a 4º año secundaria.
En la charla introductoria reflexionamos sobre las creencias que se instalan en la sociedad y lo importante que es involucrarnos, pensar de dónde vienen, si son verdaderas o falsas, si adhiero a ellas o me animo a cuestionarlas para luego reformularlas y transformarlas. Y es en esta transformación, o quizás en su confirmación donde radica la posibilidad de cambiar la realidad de muchas personas, como en este caso de las personas con discapacidad.
Dos testimonios dan muestra de ello: “Cambié mis creencias porque ahora puedo saber qué sienten y sensibilizarme ante su situación”, “Mis creencias no cambiaron en mucho. Nunca pensé que las personas discapacitadas eran extrañas, pero tampoco pensé que iban a ser tan parecidos a mi” “Yo antes creía que a las personas sordas les molestaba o incomodaba hablar sobre eso, pero me di cuenta de que no es así”
Los chicos de 1º año participaron del taller Manos que Cantan. En el taller teórico se mostraron muy participativos. Se pudieron charlar y pensar muchas preguntas sobre el tema, contaron algunas experiencias con personas sordas y se trabajo sobre la lengua de señas en sí misma con actividades para poder entenderla como un idioma más.
El momento del taller vivencial les encantó. Expresaron su alegría por compartir el taller con Darío, descubrir que la lengua de señas es comunicarse con las manos y los gestos, conocer cómo se compone. Se dieron cuenta de que aprenderlo no es tan fácil como parece, pero como descubrió una de las chicas “se pueden entender dos personas aunque no sepan todas las señas!”
Y también sugirieron varias ideas para incorporar al taller: juegos como el ahorcado, dígalo con mímica, bingo. Muy creativos!!
Quienes participaron de Pintores Ciegos, si bien no habían visto las preguntas y enunciados, al ir tocando cada punto, surgieron respuestas espontáneas y fue muy rico ver las primeras reacciones frente a una temática nueva. Se mostraron muy interesados en el tema queriendo ampliar lo que ya sabían. Se hizo mucho hincapié en cuál es la mejor forma de acercarse y poder ayudar a una persona ciega. Durante el vivencial se sintieron muy nerviosos. Se dieron cuenta de que no es nada fácil pintar sin ver pero vivir la experiencia les permitió entender un poco más cómo se sienten los ciegos.
El taller Encuentros Rodados, fue un taller muy especial. Los chicos de 4º año lo compartieron con los chicos de Boston que estaban realizando el intercambio.
Se divirtieron mucho con la actividad y se sorprendieron al conocer los deportes extremos que pueden practicar las personas con dificultades motoras.
Uno de los chicos de Boston dijo: “En Estados Unidos hay muchas maneras de integrar a gente con discapacidad, pero esta reunión fue muy interesante.” Otro de ellos expresó cómo se había sentido con la experiencia: “¡Muy bien! Was a fun way to learn about all the posibilities one has when disabled”.
Para terminar, los dejamos con las reflexiones de dos alumnas del Washington que de alguna manera nos dan la pauta de que estos encuentros pueden ser transformadores: “…hicimos actividades con gente de todo tipo de discapacidades (...) todas ellas contribuyen a abrir nuestras mentes y enseñarnos.”
“Hay que aprovechar al máximo cada oportunidad y cada vez que me ofrezcan aprender algo nuevo no voy a negarme. Me dan ganas de seguir reuniéndome con gente con discapacidad para aprender”
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